viernes, 29 de diciembre de 2017

EL JUGLAR DA CONSEJOS PARA LA NOCHEVIEJA


EL JUGLAR DA CONSEJOS PARA LA NOCHEVIEJA

Amigos los que fueredes a pasar Nochevieja
en los alegres antros do se face la fiesta,
escuchad las consejas que este juglar vos deja
si quisiéredes ser reyes esa noche o ser reinas.

Observad que el consejo non es de juglaría,
que está muy bien compuesto, con grande maestría;
será tanta la fuerza de esta mensajería
que todo el que lo siga me lo agradecería.

La primera conseja es vestir nobles galas
de esas que todo ahorran en telas jaspeadas,
es decir, id desnudas e desnudos y nada
torcerá la atención de las demás miradas.

No olvidéis los afeites e las caras pintadas,
mujer e ome sin ellos non ha de catar nada;
que la noche es escura e de algo hay que pintarla:
dad luz con coloretes e sacaréis tajada.

Empezad la bebida con alguna mesura
e veréis en los otros cómo su mente nubla
e caen en desvaríos como fruta madura:
a la tercera copa su color se demuda.

Es ese buen momento para empezar la lid,
que el campo está regado del fruto de la vid
e de otros buenos caldos que hacen mucho reír
e empujan con agrado al amor acudir.

Un poquito de humo acostumbra lograr
un ambiente algo nublo que anima a que el lugar
se llene de sustancias que no dejan pensar
e que a todos doctoran en arte de ligar.

Si quisiéredes las uvas a las doce tomar
y acompañar los tragos con algo de champán,
despejad bien la boca, no tengáis otro afán,
tragad bien la saliva e olvidaos de lo al.

(Ahora el juglar se pasa a hablar en singular;
porque le agrada el cambio, no busquéis lo enjuiciar).

El Año Nuevo empieza con felicitaciones
dando besos e abrazos e grandes achuchones;
remueve bien las mesas, las copas no abandones,
no pierdas ni un minuto en malas decisiones.

Empieza bien los bailes, busca buena pareja,
no te durará mucho si a solas tú la dejas;
cuando la noche avanza, todo el mundo se deja
y es ocasión propicia de hacer buena cosecha.

El tiempo ya no rige, la razón no se da;
usa con fuerza el brazo: es tiempo de apretar
y de que ni una brizna de luz pueda pasar
entre dos cuerpos juntos que embriagados están.

Lo demás no se cuenta: es todo puro afán;
deja que el carpe diem se haga presente y ya
non haya nada público, nada que relatar:
lo que solo es privado no se debe contar.

Así, en el Año Nuevo, ya al fin de la mañana,
levantarás la ceja, descubrirás que nada
ha cambiado sus formas, que todo se igualaba
con lo que el Año Viejo te dio y atrás dejaba.

Si pillaste algún cacho, no debes presumir
de lo que no pensabas ni en sueños conseguir,
y a este juglar que agora te quiere prevenir

has de darle su parte del vino y del botín.

1 comentario:

mojadopapel dijo...

Parte del botín, ya llevas no?.....jijiji.