lunes, 19 de junio de 2017

"Y SERÁN VIEJOS LOS JÓVENES" (M. Benedetti)


En un breve poema, Mario Benedetti escribía metafóricamente una “Carta a un joven poeta”. En ella esencialmente constataba tres cosas. La primera que existían los jóvenes poetas; la segunda que esa existencia certificaba la existencia anterior de los viejos poetas; la tercera que sería mucho peor que los jóvenes poetas se sintieran huérfanos.
La insistencia en matar al padre es constante en la renovación del arte, pero lo es también en todos los aspectos de la vida. Parece que todos tenemos la obligación de descubrir nuestro propio mediterráneo y de sentir orgullo por ello. No sé cuánto hay de exigencia biológica, de prurito cultural o de pose social en todo ese asunto.
Yo mantengo mis dudas al respecto. Sé que el mundo está hecho para ser violado y gozado con intensidad, sé que hay infinitas maneras de hacerlo y que ninguna es mejor que la que responsablemente se elige, y sé también que la peor manera de hacerlo es precisamente no intentarlo. Pero sé también que nada se explica si no es en su contexto, que yo soy solo un eslabón de una cadena y que, como decía Ángel González, “yo no soy más que el resultado, el fruto, / lo que queda, podrido, entre los restos; / esto que veis aquí, / tan solo esto: /un escombro tenaz, que se resiste / a su ruina, que lucha contra el viento, / que avanza por caminos que no llevan / a ningún sitio. El éxito / de todos los fracasos. La enloquecida / fuerza del desaliento”. (La cita debía ser más corta, pero… ¡me gusta tanto…!).
Pensaba en aplicar la consideración a lo sucedido en el congreso del PSOE este fin de semana; lo pensaba también para la propia creación, sea poética o de cualquier tipo; lo pensaba para lo que llamamos las distintas generaciones; lo pensaba para las familias; lo pensaba para los grupos de alumnos que terminan cursos y ciclos de formación; lo pensaba para las relaciones y consideraciones que esta sociedad tiene para con los más pequeños y para con los más ancianos; lo pensaba para las relaciones que se completan y se pierden; lo pensaba… Y me perdía en la aplicación porque se me llenaba la cabeza de dudas y de elementos que se cruzaban y se cruzan en mi mente hasta crear una red de relaciones en las que la sinapsis unas veces aprieta y otras afloja hasta dejar a cada elemento casi solitario y a la intemperie.

A ver si bajaran la asfixia y el calor y entonces…

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