Sólo unas líneas más -por ahora- dedicadas
a esta aplicación de internet de la que no mucha gente sabe lo que significa
pero que todos la utilizamos como libro de cabecera o como tercer brazo que nos
soluciona cualquier dificultad y nos saca de cualquier apuro. Red informática
mundial. ¿Cómo traducir mejor estas palabrejas? Tal vez sea un esfuerzo inútil.
Lo importante es el mundo que acogen y que ponen a nuestro alcance con solo
unas reglas sencillas de uso.
Y apenas lleva en el circo 25
años, que es como decir nada, o tan solo un rato. Y el mundo ya no es el que
era, sino otro radicalmente distinto.
Me declaro casi analfabeto en ese
mundo porque apenas utilizo algunas de las posibilidades que me ofrece,
seguramente como una muestra más de mi falta de habilidad, pero no me hace falta
más para quedarme paralizado con solo imaginar el mundo que ya es real y el
que, no siendo aún real, se intuye naciendo y hasta desarrollándose por todas
partes, desde esta plataforma formidable.
Me imagino a cualquier sabio de
hace tan solo treinta años sin esta herramienta y lo veo multiplicando
esfuerzos personales para conseguir lo que ya nos da una tecla y nos lo ofrece
en nuestra casa, sentados y al calorcito, sin necesidad de ir por ahí gastando
tiempo y solicitando favores para analizar documentos o simplemente para
consultar libros. A esfuerzo equivalente, no hay posibilidad de que los
resultados sean ni parecidos. Y si desde los almacenes de la información los
servidores nos sirven a domicilio, ya se puede considerar qué lugar le conviene
al mundo de la memoria, ese del que tanta gala se ha hecho hasta ahora en la
historia y que se ve relegada a un asiento en fila posterior y con tareas auxiliares.
Hasta el propio concepto de espacio cambia de coordenadas para la capacidad de
almacenamiento de datos y de elementos en general. ¡Nada menos que el concepto
de espacio! Ese que, con el concepto de tiempo tal vez ordenen toda nuestra
vida. Y si digo que el concepto de espacio se ha modificado desde la WWW, ¿qué
otra cosa se puede decir del concepto de tiempo sino la misma? ¿No es esto una
revolución vital en todas sus variantes? Me río yo de la revolución francesa, o
de las dos revoluciones industriales anteriores a esta tercera que origina y
sustenta todo el mundo de internet.
Yo mismo no estaría componiendo
este índice de unas líneas que apuntan simplemente a la estupefacción que
origina en mí la simple consideración de la WWW. ¿Qué podría apuntar si abriera el índice a su
desarrollo en todas las facetas de la vida? ¿Cómo no está su desarrollo y
acceso en todos los programas sociales y políticos? La realidad está superando
cualquier imaginación y, aunque no lo observen los grupos que tienen mayor
poder de decisión, se impondrá por la fuerza de los hechos. Ya lo está
haciendo. Y lo hará muchísimo más.
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