miércoles, 11 de mayo de 2016

TE ESPERÉ TANTAS VECES...


TE ESPERÉ TANTAS VECES…

Te esperé tantas veces, que la espera
se hizo mi inseparable compañía.

Te esperé por las plazas y paseos,
dentro de las iglesias, al amparo
de todas las columnas, desde lo alto
de todas las almenas, en las barras
de todos reclamos de los bares;
las playas se bañaron de sol y de nostalgia
mientras yo te esperaba por si acaso
el mar te devolviera entre las olas;
tracé muchos caminos en los mapas
para encontrar el gozo de tu compañía;
las noches fueron noches con murmullos
de llanto entre las sábanas, pobladas
del rastro de tu ausencia.

Hoy, cuando más urgía
la común aventura de la carne,
volviste a estar conmigo,
cuando ya mi cansancio
te había desdibujado
en la escondida orilla de los sueños.

Y sentí que el amor nunca se acaba
si alguna vez se ha amado.

Dame la mano y vamos
a recorrer con calma los paisajes
en los que tanto tiempo

yo te estuve esperando.

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