miércoles, 4 de mayo de 2016

FOTO FAMILIAR


FOTO FAMILIAR

Ese rostro maduro, sazonado
de marcas y vestigios de otros años
es el que ven tus nietos. Y se engañan
pues que solo sabrán de tu hermosura
por esas huellas lentas
que va dejando el tiempo en todo cuerpo,
sin que ni tú ni yo nos demos cuenta.

Y mira que te quieren cual si fueras
el retrato de Venus, que lo eres.
Si pudieran llegar a su recuerdo
aquellos ojos claros como el alba
como vienen ahora a mi recuerdo…

Pero no te molestes ni te enfades:
conservas superávit de belleza
y bondad desbordante como un río
que baja limpio y pleno en primavera.

¿Qué pensarán de mí y de mis arrugas,
de mi carne también sexagenaria?
Vamos a regalarles unas fotos
de cuando éramos niños como ellos,
a ver qué cara ponen al mirarnos

y cómo nos sentimos al mirarlos.

2 comentarios:

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Gutiérrez Turrión:

Precioso poema. Un canto de amor a la pareja, a los nietos,... con la realidad que dan los años, y la poesía que acompaña siempre a quien la cultiva y que nunca pierde de vista su propia infancia en su caminar.

Saludos

Antonio dijo...

Gracias por tu palabras. Seguro que también tú compartirás sensaciones y sentimientos.
Antonio