sábado, 14 de mayo de 2016

AUTORRETRATO


¿AUTORRETRATO?

Ahí estás, en el fondo del espejo.
Descubro tu presencia con escasa sorpresa;
incluso he de decirte, en confianza,
-quiero hablarte de tú y en tono distendido-
que había ido a buscarte y que sabía
que tu trabajo último
es ser un centinela que me aguarda
por si acaso me da por ir a verme.

Primero predispongo la mirada
-ávida de mí mismo-
para entender  tu geografía exacta
y dudo de manera razonable
pensando si es la tuya o es la mía.
Repaso tus detalles, me separo,
vuelvo a poner mi cara
al lado de la tuya y al momento
vuelvo sobre mis pasos
y me echo encima todo mi pasado,
ese que también forma parte de mí mismo
-supongo que de ti mismo también-,
y adivino el futuro en tus facciones
y no me reconozco ni te reconozco;
porque te veo más débil y arrugado,
más otro y algo menos yo mismo:
(qué quieres que te diga,
tuve más energía y otros ritmos,
otra naturaleza más activa).

Pero veo que me miras, me escudriñas
con toda la impaciencia de la curiosidad.
¿Qué buscas en mi cara y en mi cuerpo?
¿De qué te has sorprendido al descubrirme?
¿No estamos destinados a ser buenos amigos,
a darnos los consejos que fuera necesario?
¿O qué creías, hermano, que tu espejo
no tenía otra figura al otro lado,
resumen de ti mismo y de los otros?
Yo también soy tú mismo y soy los otros,
soy todo lo que grita y te delata,
te esconde o te condena
a ser blanco y señal
de todos los que miran.

¿Por qué no nos reímos un buen rato
y echamos lo esencial y lo absoluto
al fondo del armario y al olvido?
Amémonos con toda la violencia
del que se ama a sí mismo para luego
amar a los demás como a nosotros mismos.
Juguemos al placer de hacernos caso
y demos sin dudar a la ironía

el papel más activo de la revolución.

No hay comentarios: