lunes, 14 de diciembre de 2015

VEINTE PORQUÉS


¿Por qué tengo esta vez más ganas que otras veces de que esto de la campaña electoral termine cuanto antes?
¿Por qué he prometido -y lo estoy cumpliendo- no ver ninguno de esos debates entre candidatos que anuncian como si fuera el fin del mundo cada uno de ellos?
¿Por qué la gente no tiene ya decida su voluntad de voto si en las campañas, como mucho, solo se añaden insultos a todo lo que ya se debe saber de cada partido?
¿Por qué se gasta tanto dinero en propaganda y tanto esfuerzo en enviar reclamos si todo se juega ya en los medios de comunicación?
¿Por qué cualquier candidato no muestra NUNCA su disconformidad con NINGUNA petición de los electores?
¿Por qué importa mucho más el enfrentamiento que el contraste, y se promocionan los deseos de restar en vez de los de sumar?
¿Por qué la socialdemocracia anda medio de capa caída si es la opción que, al menos formalmente, trata de conjugar el interés común con el impulso y el esfuerzo individual?
¿Por qué los candidatos fundan sus mensajes sobre todo en ocurrencias y en chistes malos, sobre todo si con ellos denigran al adversario?
¿Por qué casi nadie hace propuestas que no tengan que ver exclusivamente con el dinero? ¿Es que en sus miradas, en sus mentes y en sus planteamientos el ser humano se agota en los números?
¿Por qué también entre los electores que tienen oportunidad de preguntar a los candidatos también se agota casi todo en “qué hay de lo mío”?
¿Por qué se nos olvida casi todo lo sucedido a lo largo de la legislatura y lo fiamos a tres frases oportunas en el momento adecuado?
¿Por qué no exigir de una vez que las campañas duren todo el tiempo del mundo, porque todos los días debemos estar proponiendo las soluciones que creamos adecuadas para el beneficio de la comunidad?
¿Por qué, si las campañas son tan personalistas,  no dimiten todos los líderes, menos el que más votos haya sacado, el día siguiente de la consulta electoral?
¿Por qué, si las candidaturas se basan -se basaran o se basasen- en programas producto de una ideología concreta, les dan tanta importancia a los líderes y no a las ideas?
¿Por qué la izquierda anda siempre en la división y el quítame allá esas pajas, mientras la derecha concentra todo en la cuenta de resultados de votos?
Y cinco preguntas más que me relajan:
¿Por qué la paz es siempre un arma blanca?
¿Por qué tener que libar la flor de la hermosura de flor en flor sin detenerse a apurar la esencia de ninguna de ellas?
¿Por qué no se condenan también los delitos que roban y llagan el corazón?
¿Por qué no se detiene a la muerte si anda siempre rondando por las calles?

¿Por qué sé bien que la verdad me llama y habita entre los pliegues de tus ojos? 

2 comentarios:

Gelu dijo...

Buenos días, profesor Gutiérrez Turrión:

¿Por qué, en todos los tiempos, para poder soportar estas campañas costosas y vanas, tenemos que hacer los sufridos ciudadanos tanto acopio de humor?
Dejo un enlace con la estupenda viñeta de EL ROTO, de ayer 14 de diciembre 2015

Saludos

mojadopapel dijo...

De todos los porqués, que son muchos, me gusta más el último porque encierra una certeza.