En
realidad, nada es fin de nada ni principio de ninguna cosa. Todo se relaciona y
las partes del todo emergen a la superficie
de los mares cuando las olas se lo indican; después vuelven al poso del fondo del mar.
Con
el fondo inmediato de la música de Chopin que sale de entre los dedos mágicos de
Mª Joao Piris; con mis seres queridos cerca -mañana más-; con la naturaleza que
siempre me acoge y tantas interrogantes me despierta, con un poco de lluvia y
de niebla rodeando mis espacios, pongo fin a esta estación y a la ventana por
este año. A la naturaleza le dará igual el paso de un año a otro, a nosotros no
nos debía quitar el sueño el hecho de deshojar el calendario, solo desear que
las próximas hojas estén llenas de hermosas palabras y de fechas destacadas. Con
que no nos olvidemos de que hay algo que se llama sentido común y buena
voluntad es suficiente. Nos aplicaremos a ello. Feliz año a todos y a todo.
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