EPIGRAMAS
Aquí yace sepultado
notable sindicalista
pues fue importante activista
del gran sindicato ario.
Fue su principal afán
reivindicar para sí
con ansia y con frenesí,
el horario y el salario.
Ahora duerme sin horarios
y olvidó sus honorarios.
Suerte la de esa mujer
pues se llenó de consuelo:
mandó a su marido al cielo
y Dios la vino a ella a ver.
Me mataste con tus celos
y tú por ellos moriste.
Vaya dos muertes tan tristes:
matar y morir a un tiempo.
Son cinco mujeres viudas
las que llevas sepultadas,
y por la cinco llorabas
mirando sus sepulturas.
A todas ellas les juras
con tono sincero y claro
que a todas las has matado
y no añoras a ninguna.
-¿Por qué por el día estás triste
y por las noches alegre?
-Quizás no quieras -dijiste-
que de veras te conteste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario