Hoy comprendo que es más nota
personal que otra cosa. Aspiro, no obstante, a que, por analogía, sirva de
reflexión para alguien más.
Desde que acepté formar parte
de la Gestora de la ASB (menos mal que me negué a presidirla, porque me hubiera
supuesto un esfuerzo mucho mayor, sobre todo por no controlar ningún mecanismo
de comunicación, ni del partido ni de los medios), tengo que dedicar horas, y
sobre todo pensamiento, al desarrollo de la campaña electoral. Me lleva mucho
más tiempo el pensamiento que las horas de asuntos prácticos. Y es que,
cualquier campaña, si es campaña, en muy poco se diferencia si se trata de una
población mayor o menor. Las variables terminan siendo las mismas y hay que
atenderlas a todas: prensa, colectivos, propaganda, candidatos, intendencia
varia… Un montón de cosas.
En mi caso se complica todo
porque yo no creo que las campañas sirvan para mucho y, sobre todo, porque son
momentos en los que se ronda con frecuencia lo inútil y lo inane. ¿Para qué
sirven unas pancartas más o menos? ¿Qué se quiere conseguir con unos bolígrafos
de regalo…? Son solo un par de ejemplos. Sin embargo, ¿quién dedica tiempo al
cruce de ideas y a la confrontación serena de programas y de trayectorias? Todo
se nos va en imágenes y ocultamos las palabras y los pensamientos. Y, para
rematar, este asunto de la parafernalia a mí es que me repele y no me gusta
nada.
En consecuencia, ando un poco
desnortado en lo que es el desarrollo de estos días, hasta el 24 de mayo. Y no
por la decisión que tomé de implicarme, pues creo, cada día que pasa, que fue
la más acertada y que el tiempo me dará la razón, o al menos una buena parte de
razón.
Aparte de la parafernalia y
todo lo que ocupa, también estos son días de animar a los candidatos, de prestarse
a asuntos que, en otras ocasiones no procederían y a ver cómo van pasando
muchas cosas a tu alrededor. Tengo interés, por ejemplo, en ver de qué modo se
produce la reunión que el próximo sábado vamos a tener con gente de la
candidatura de Béjar y con gente de los pueblos de la comarca; será un rato de
encuentro y de ánimo común. Esto sí me llama y me interesa.
Hay una variable importante:
la relación con las otras formaciones, sobre todo con los “escindidos” de la
ASB. Quiero actuar -y pido que los demás lo hagan también- con exquisito
cuidado y educación, sin ningún encontronazo ni discrepancia innecesaria. Más
adelante, por desgracia, tal vez no pueda ser lo mismo, pero, de momento, hay
que intentarlo todo. Ojalá después haya suerte también.
Y, en medio de toda la
vorágine, mis lecturas siguen, pero a otro ritmo; y mis apariciones por esta
ventana también han puesto una marcha menos y han cambiado la dirección hacia
la carretera de los pensamientos breves en forma de proverbios. Todo volverá a
su cauce y a su velocidad de crucero en cuanto pasen estos días ajetreados.
Por cierto, no se me ha
ocurrido pensar, casi en ningún momento, en cuál puede ser el resultado
electoral. No me da igual uno que otro, es verdad, pero no me quita el sueño.
La situación ha sido y es tan excepcional, que lo que me pide ayuda antes no
son los resultados sino visualizar una representación de las ideas de izquierda
en el ayuntamiento de esta ciudad. Después…, ya veremos.
Para que no falte nada, el
calor se ha sumado a la fiesta y nos ha sumergido en un ambiente de bochorno
más del mes de agosto que del mes de mayo. Espero que no salgamos todos fumados
de esto.
Los datos concretos me los
guardo para otro formato y no los dejo salir por esta ventana. Al menos de
momento. Luego…, amanecerá Dios y medraremos.
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