No persigas la belleza
si la quieres de verdad:
que aparezca de repente
y se deje contemplar.
No finjas ser quien no eres:
descubrirás que no es eso
lo que a los demás les debes.
Ni te olvides de sentir,
ni te olvides de pensar:
los dos forman el vivir.
Persigue lo más sublime
y alcanzarás lo real,
lo que, en verdad, es posible.
Si eres joven, sé rebelde;
si viejo, sé resignado,
y deja que el tiempo ruede.
Si me olvidas, no te olvido;
te olvido si no me olvidas.
Vivo en tan grave dilema:
cúrame de estas heridas.
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