Y, SIN EMBARGO, VUELVES CADA AÑO
(sexto aniversario)
Dame la mano y vamos a
encontrarnos
y a jugar a los tiempos del
pasado.
Sé que dicen de ti que estás
muy lejos;
sin embargo, tú vuelves cada
año
cuando abril se hace luz y
todo invita
a sentirse más vivo y más diáfano.
Sin ti nada no es lo mismo, bien
lo sabes...
Tienes que venir más para
llevarme
cada siete de marzo hasta tus
brazos.
Son seis años y el tiempo
se vuelve más incierto y menos
claro.
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