miércoles, 25 de febrero de 2015

ROMANCE DEL "CALORET"



          ROMANCE DEL “CALORET”
La señora alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se ha despachado con un intento balbuciente de discurso en el comienzo de las fiestas falleras que más da pudor y vergüenza ajena que anima a la diversión. Si su balbuceo se produjo por el desconocimiento de la lengua oficial de la ciudad que preside, malo, muy malo; si lo fue por haber empinado más de la cuenta, peor; si lo fue por ambas cosas, que venga el cielo y la juzgue. Qué estampa, dios mío. Pero no hay cuidado: volverá a presentarse como candidata a la alcaldía y volverá a ganar por mayoría todavía más absoluta. Bien se merece un romancillo de rechazo.
ROMANCE DEL “CALORET”
Al “caloret”, valencianos,
que es febrero y veintitrés
y en unos escasos días
las Fallas y san José.
Al caloret de la noche,
al caloret del tonel,
a colocarse y al loro
como una vez dijo aquel.
Ay, Undivé.

¿No veis como yo he bebido
y estoy en el caloret?
Estoy harta y satisfecha
de comer y de beber
pero vacila mi lengua
con esto del caloret.
Aquí vengo a saludaros
y a proponeros también
que el caloret os anime
a la fiesta y al cuplé.
Ay, Undivé

Vengan desde todas partes,
de Madrid y de Teruel,
de Nueva York o de Flandes,
o que vengan del Tibet
a comer, beber, a holgarse
y a sentir el caloret.
Que llenen bien las tinajas,
que llenen un gran tonel
del más fino de Valencia
y también del de Jerez.
Tenedlo bien escondido
y no me cedáis la vez,
pues juro que si lo encuentro
me lo tengo que beber.
¿Cómo podré, si no, hablaros
del mundo del caloret?
Ay, Undivé.

Si queréis conocer lenguas
de mí podéis aprender,
que invento palabras nuevas
en valenciano también;
con esto queda bien claro
que yo en tiempos fui a EGB
(que aprobara o suspendiera
por dios que no lo diré).
Ay, Undivé.

Allí le ríen las gracias,
allí la genta la ve,
se miran unos a otros
sin explicarse el porqué
de aquel balbuceo de Rita
Barberá la del tupé.
Ella sigue en la baranda
cumpliendo aquel paripé,
pues no tiene ni ha tenido
pudor ni un poco de fe
 en que la idea y la palabra
algo de razón le den.
Ay, Undivé.

Después retorna a las calles,
a los medios y al parné,
bien pagada y bien comida,
bien bebida, bien, bien, bien.
Saca pecho, luce risas,
se desahoga, dice que
será madre y creadora
de neologismos al bies.
Y se marcha risa en ristre
recibiendo el parabién
de bastantes valencianos
de parecido nivel
que votarán en las urnas
lo mismo que la otra vez.
Ay, Undivé.

El juglar también se asusta
ante la gente de bien,
pide perdón, pide a todos
un poquito de comer
y pide que a la alcaldesa
la manden a la EGB,
o a un centro donde se aplique
ley seca para la sed.

Ay, Undivé, Undivé.

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