lunes, 9 de febrero de 2015

LITURGIA DE LAS HORAS



LITURGIA DE LAS HORAS

Si Dios fuese posible, se decía
mientras era la tarde más cansada
y se hacía más lenta y más oscura
al otro lado incierto de los aires…

Después quiso jugar con las palabras,
comenzar a invocarlo
en una simple y rítmica salmodia.
“Señor de la sonrisa y la palabra,
ando deshabitado y en derribo,
en el reino infeliz de las tinieblas;
la luz se desangela y se retira
y el sol se hace invisible entre las sombras.
¿No ves que necesito
la luz, la compañía, la memoria
de todos los que he sido y voy gastando
en los inciertos surcos de la vida?
Solo desde tu amor puedes salvarme”.

Después todo es silencio. Los temblores
del viento se han callado y solo sueña
que el sueño está soñando los sueños de sus sueños.

Camina con un paso sosegado.
No preguntéis adónde.
Tal vez busca la noche o tal vez piensa

que todo se ha apagado y es ceniza. 

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