miércoles, 11 de febrero de 2015

AQUEL QUE...



Aquel que cada día se levantaba cuando el sol no se había despertado porque el invierno es invierno y el calorcito del sueño sabe a gloria y que se echaba a la calle bien abrigado y con el ánimo al ralentí y que apenas veía a algunos niños que se dirigían al cole también medio dormidos y que después de dar un paseo por el parque se dirigía carretera arriba camino de la Fuente del Lobo y que se iba poniendo a tono por la acera departiendo con su compañero de paseos y viendo cómo los coches bajaban como si estuvieran disputando el descenso automovilístico del Castañar y que siempre entraba en el paseo de la Fuente con cuidado por si había perros sueltos de esos que nunca hacen nada según los dueños hasta que lo hacen según el caminante y que ya en aquellos momentos llevaban arreglado casi medio mundo en sus conversaciones y que también cumplían siempre con la liturgia del agua de la fuente y con la respiración acompasada y el trino de los pájaros y que cada día uno de ellos contaba algún episodio nuevo de debilidad humana y de corrupción y que ese día empezaron a sumar y les salió una cantidad demasiado elevada en la que sumaban y describían como una de las últimas el episodio de las excavaciones en busca de los restos de Cervantes y que consideraban lo que simbolizaba la aparición de varios estratos de huesos de bebés y de niños en la cripta del convento y que la imaginación se les fue a las desviaciones en los conventos del siglo dieciséis y diecisiete en los que los capellanes y las novicias y las menos novicias y los allegados e iluminados de secta se lo montaban a menudo en un despelote del que luego salía lo que salía y que a aquello había que arrimar la cantidad de bebés y niños dejados en el torno  y en la portería y que se ciscaron en la Historia y en sus miserias y que decidieron olvidarse de la Historia y venirse a lo de hoy mismo y a lo de ahora y que el panorama tampoco les salió muy halagüeño porque empezaron a sumar indecencias y aquello no paraba de aumentar y que se asustaron pensando en lo que les esperaba durante el año que ahora empezaba y que decidieron dejar de lado los insultos políticos y las noticias inventadas y las cuentas en otros países y las manifestaciones para analfabetos y los insultos al sentido común de tantos representantes oficiales y que se miraron a sí mismos y concluyeron que también ellos tenían manifestaciones que mejorar aunque por un prurito impreciso se creían algo menos menesterosos que la media del panorama y que empezaron la conversación acerca de cierto nihilismo que se advertía en algunas de las composiciones y de las manifestaciones de ellos mismos y que cuando aquello se empezaba a poner interesante ya estaban dando pasos por las calles de la ciudad estrecha y el paseo se les había acabado y que prometieron para los siguientes días dedicar el paseo al silencio o a otros asuntos más esenciales y que vete tú a saber si lo cumplirían y que…

1 comentario:

Jesús Majada dijo...

Y aquel que encontró sobres del PP en el sarcófago de Cervantes pero inmediatamente fuentes de Moncloa afirmaron que todo es fruto de una manipulación del propio escritor, que está pagado por Venezuela...