PRIMER PASEO DEL DÍA
Salgo a sentir la vida de la
calle
y el aire me recibe en una
brisa
que me deja la piel como en un
beso
forjado en la ternura del
placer.
Oigo luego un sonido que en el
cielo
van tejiendo los vuelos de los
pájaros.
Pienso que me saludan y me
invitan
a dar comienzo al día
con mis puertas abiertas a la
más pura luz.
Luego nos vamos juntos
con el aire y los pájaros a
sitios
donde hablamos de cosas
o simplemente vemos correr el
tiempo.
Están también los árboles y el
agua.
A veces llueve o resplandece
el sol.
Entonces hay coloquio y
hay sosiego.
Y yo no tengo ganas de volver
pues voy unido al aire de su
vuelo
y noto un no sé qué que me señala
que es senda de verdad y de
quietud.
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