jueves, 29 de mayo de 2014

EL ÚNICO MOMENTO


EL ÚNICO MOMENTO
Era el bosque un  concierto de afinados
sonidos y sabores. Y todo era
lo que se congregaba en la esperanza
de una tarde feliz, definitiva.

Allí el sonido alegre de los pájaros,
el contacto del aire con los pinos,
la luz y su disputa con las sombras
a ras de tierra, el gozo de las nubes
que llegaban corriendo por el cielo;
y eran árboles todos los que al baile
estaban tiernamente convidados,
y los espacios altos, y los lentos
destellos sonrosados de las nieves,
y los caminos grises y escondidos,
y todo lo que el tiempo y el espacio
quisieron convocar.

También estabas tú y estaba todo
lo que te precedió y te dio la vida,
y en ello estaba el germen, la semilla
de lo que habrías de ser en otro tiempo,
junto a lo que sería lo que ahora era,
y en esa plenitud sería el recuerdo,
la armonía y la lucha frente a frente.

Complácete en la luz, siéntete plena :
lo que ahora ves es todo lo que existe
y nada falta ya,
lo que cambia de forma, lo que vive
pendiente de la muerte, lo que apenas
pervive sin cambiar de aspecto y porte.

Por eso en esta tarde se consuman
el tiempo y el espacio en este bosque,
como un conjunto eterno e infinito.
En él está el presente,
el único momento que congrega
a todos los momentos, y él ocupa
lo que yo puedo amar,  y en él hay sitio
para ti y para mí, como una parte

de la amable conciencia de la naturaleza.  

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