viernes, 30 de noviembre de 2012

IMPROVISACIÓN PARA UN VÓMITO


La inflación ha subido un tres por ciento.
Las pensiones de más de mil euros subirán
un uno por ciento; las demás, un dos por ciento.
(Consejo de Ministros)
Esta es la “penúltima” promesa incumplida
por el actual Gobierno. A la banca se le inyectan
muchos miles de millones de euros.
IMPROVISACIÓN PARA UN VÓMITO
Hoy he visto sus cuerpos más pequeños,
sus cuerpos oxidados y abatidos,
con el tiempo colgado a sus espaldas,
sentados en las gradas
del salón del Consejo de Ministros,
espectadores mudos y perplejos
del derribo solemne  y controlado
de otro cuartito estrecho e indigente
de lo oscuro y sombrío de su futuro.
En el centro lustroso de la mesa,
se desdibujan líneas y pensiones
para sus días de tedio, en la antesala
de la sala de espera de la muerte.
Algunos murmuraban tristemente:
“¿Cuál es nuestra función en el teatro
del mercado del mundo?
¿Dónde está nuestro encaje en el sistema
de cuentas y balances?
¿Acaso no es más cierto que la vida
se resume en cuadrar las compraventas,
en unidades frías e inflexibles
de lesa economía?
¿No es otra cosa el hombre
que números y costes y recuentos?
¿Dónde fueron las risas y el cariño,
la experiencia de todo lo vivido,
la voluntad de ser junto a los otros?
¿Qué hacemos en el tiempo
y qué coños pintamos en la vida?”

Desde la parte noble del Consejo
alguna ilustre mente repetía:
“Pues claro, ¿no so dais cuenta?,
¿qué carajo pintáis en esta vida?

miércoles, 28 de noviembre de 2012

ME DA MIEDO DECIRLO

ME DA MIEDO DECIRLO
Me da miedo decirlo a palo seco
y me pido y suplico perdón por la osadía:
amar es reducir el universo
a un acto singular de plano corto,
jugarse todo
a la fortuna de una sola carta,
decir sí solamente
a ese rayo de sol o de ternura
que te roza al azar en cualquier parte
y perder la conciencia del paisaje
que se humedece en toda la tormenta,
un hermoso egoísmo
que anula la pasión de los plurales
y convierte las calles
en un solo carril de direcciones únicas,
un dedo ante la luna y un árbol frente a un bosque.

Amar es desnivel
en el peso final de la balanza,
es exclusión consciente o inconsciente
del mundo de los otros,
amantes a su vez
del reino de sí mismos.

Amar es ver el mundo
en la cárcel estrecha de otros ojos,
esquivar cualquier súplica
de todo lo que piden las palabras,
asideros del mundo de las cosas,
resumir en nosotros
lo infinito y lo eterno de todo lo que existe.

Pero he de amar y amarme
como mejor y más hermosa empresa
para sentir el mundo mas allá de mí mismo,
para teñirlo todo de ese color azul de tu mirada,
para llorar sin pausa
la pérdida de aquello
que no consigo amar por imposible.

Porque, a pesar de todo,
me siento casi siempre
satisfecho en mi mundo y en tu mundo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

UN ACTO COMPLETAMENTE SERIO

UN ACTO COMPLETAMENTE SERIO
Quizás es que la vida fue un despiste
de la infinita máquina del tiempo,
un error de montaje en la cadena
febril de su grandiosa factoría.
Y no debiera ser -esto no es serio-
permitido un descuido tan notable.

Entramos asustados en sus brazos,
sin un simple cartel que nos indique
la buena dirección hacia la muerte;
andamos a la buena desventura,
como en milagro escénico, en certeza
de la mayor de todas las certezas:
la muerte que nos llama a cada instante.

Es un acto la muerte completamente serio:
conviene recibirla con traje de etiqueta,
recordar que a esa cita la asistencia
se torna obligatoria
y es ese un matrimonio que dura para siempre;
o tal vez sea más justo y placentero
llegar hasta sus brazos lentamente,
con el torso desnudo,
como se entra en el mar, saboreando
las caricias y el tacto de las olas,
saciándose en la espuma de sus rizos
y hundiéndose en el fondo,
donde todo se olvida y se diluye.

Estoy en duda eterna con la vida
mientras hago camino hacia la muerte.

"...DESDE QUE LEYERA U OYERA..."


“Ya no puedes seguir huyendo, Eugenio, creyó oír que le decía Paula. Pero eso no podía aceptarlo, no podía aceptar el engaño en el que había vivido desde que RECOGIERA su cuerpo moribundo al fondo de la vaguada, junto al de Andrés y lo LLEVARA en brazos hasta la borda…” Son palabras que recojo de “Las huellas erradas”, novela de Eduardo Iriarte, novela que, por otra parte, me ha parecido de escritura y concepción interesantes.
El ejemplo es totalmente azaroso y bien sé que lo podía tomar de cualquier momento de lengua hablada o escrita: tal es la extensión de su creciente uso. Lo hago así, sin embargo, para que no quede duda de la fuente.
Ya casi no me llama la atención del uso de las palabras en negrita y mayúsculas (la letra mayúscula la he puesto yo) pero quiero dejar constancia -una vez más- de un hecho que no me agrada en absoluto: los cambios inconscientes y sin mucho sentido de los usos lingüísticos, sobre todo si son promovidos por personas que no tienen demasiado valor de referencia. Aunque tal vez no sea precisamente el caso del novelista que cito.
Se vuelve a utilizar aquí el tiempo imperfecto de subjuntivo, con valor temporal, con el mismo valor que tiene el llamado pasado simple de indicativo ROGO o LLEVÓ.
Me pregunto por qué la extensión de este uso y no encuentro razón lógica, salvo la de la influencia de los medios de comunicación y la inconsciencia de muchas de las personas que en ellos se expresan. Las expresiones citadas han sido toda la vida de Dios en nuestra lengua “desde que RECOGIÓ su cuerpo… y lo LLEVÓ en brazos…” El valor temporal está muy claro y la realidad de la acción también. Por eso el indicativo.
Abrir paso a las formas de subjuntivo solo nos sumerge en el mundo de la duda y de la inseguridad y, además, nos obliga a la recuperación de formas que, salvo en estos casos, van restringiendo su uso. Así que, vayan todos recuperando aquello de “yo amara o amase, tú amaras o amases…”; y, si no, suspenderán el examen
Quizá es que este tiene que ser un tributo más que tendremos que pagar a la pedantería y a la falta de criterio de tantos comunicadores.
El principio general es siempre, para mí, el mismo: La lengua es un ser vivo que nace, crece, se modifica y muere. La oposición al cambio no tiene sentido y va contra la naturaleza de las cosas. Pero cambiar por cambiar y sin saber lo que se hace es simplemente de tontos y de ignorantes, y solo puede conducir a la confusión y a dificultar la comunicación. Y no estamos precisamente para eso.
 ¿No pueden dejarse guiar un poquito por las personas que saben algo de esto? Si, además, no suelen ser de los que más cobran y nunca se forran por orientar a la gente. Ya se sabe que los modelos sociales son otros, pero no estoy del todo seguro de que estemos en el mejor camino. La realidad me da bastante la razón. En fin… Y es solo un ejemplo entre tantos.

viernes, 23 de noviembre de 2012

SALMO DEL PERDÓN



SALMO DEL PERDÓN
He de pedir perdón por tanto desvarío,
sentarme ante el Altísimo y rogarle
que no nos tenga en cuenta
tanto sueño imposible y desviado.

Perdón, Señor, por haberte inventado
huraño y justiciero,
por haber tristemente imaginado
una historia de salvación al uso,
como si todo fuera un mal ensueño
de una tarde aburrida en tus dominios.

Perdón, Señor, por ese paraíso
en el que se prohibió la desnudez
y comenzó el castigo del trabajo,
de la preñez en culpa y en pecado,
del dolor y el castigo
para ganar el pan de cada día.

Perdón, Señor, por tanto desatino
al encauzar la vida como  el reino
donde el miedo siempre hace de las suyas
y no deja un respiro
para gozar del mundo y su dulzura.

Perdón, Señor, por el absurdo
de habernos inventado el fuego eterno,
como si todo fuera una batalla
entre buenos y malos, entre dioses
y otros dioses frustrados y malvados.

Perdón, Señor, por no haberte creado
como dios del amor y de la vida,
del placer, del deleite y de la dicha;
por haberte soñado como un padre
siempre en bronca continua con sus hijos;
por no reconocer que el cielo es todo
lo que amanece y muere con el día.

Perdón, Señor, por no implorarte
todas las tentaciones
para violar la vida a cada instante,
por separar el cielo de la tierra
y soñarte tan solo en ese cielo,
tan lejos de nosotros los humanos,
por pedirte que seas como nosotros
en aplicar la gracia del perdón
(“…como también nosotros perdonamos…”)
y rebajarte así hasta la ignominia
de ser peor que algunos de los seres,
por rogarte sin señas de vergüenza
que nos libres del mal, como si fueras
dispensador de títulos extraños
para buenos y malos,
como si todo, en fin, fuera un despiste
de un rato de cansancio
y este juego macabro y sin sentido
 de salvar a los buenos
y de mandar al resto a los infiernos
se hubiera convertido
en una pesadilla
siniestra y al servicio
de la peor verdad del ser humano.

Perdónanos, Señor, por obligarte
a matar a tu hijo
en muerte ignominiosa, cual un reo
que expía en su condena
la culpa de un mal sueño de su padre.
¡Qué condena, Señor, tan sin sentido!

Te inventaré en amor y en torrentera
por la que se desplome a borbotones
el agua del amor y la ternura.

Decreta con urgencia, te conmino,
el estado absoluto de conciencia
en un mundo feliz
y suéñanos a todos para siempre
en inmensa y feliz eternidad.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

!!CRISIS EN EL PORTAL DE BELÉN!!

Los medios de comunicación nos apabullan con noticias que tienen como factor común una lanzada de amargura y de negatividad. De hecho, las demás secciones siempre las colocan en las últimas páginas, en esas que pillan al lector ya cansado y con prisas. Yo creo que no lo hacen bien pues, al menos en los tiempos que corren, esas secciones podrían ayudar a provocar alguna sonrisa que tanta falta hace.
Los periódicos digitales han venido a arreglar en parte este desajuste porque no tienen más remedio que colocar cualquier noticia en la portada, aunque al cabo de pocas horas ya la encuentras en la parte baja de la faldilla.
Seguramente por eso es por lo que han colocado a la vista de todo el mundo esta noticia que, sin duda, va a cambiar la historia del mundo: EL PAPA DICE QUE EN BELÉN NO HABÍA NI MULA NI BUEY.
¿Qué vamos a hacer después de esto? Huerfanitos ya para toda la vida del vaho de estos animalitos que tan buen calorcito le daban al niño mientras sus padres lo miraban, los pastores lo adoraban y los reyes del oriente le llevaban los regalos. No hay derecho. Esto no puede ser. Propongo reponer la historia y rellenar el portal con nuevas mulas y bueyes. La verdad es que, puestos a mirar, no sé qué tal se llevarán los bueyes con las mulas. Las mulas son muy promiscuas (que se lo digan a los burros y a los caballos, sus padres), y los bueyes no hacen más que mirar al suelo. En estos tiempos que corren, esto de la promiscuidad hay que mirarlo mucho, no siendo que terminen por pedirse en matrimonio y haya que montar otras manifestaciones para protestar por tal espectáculo fuera de la moral más acendrada.
Esta gente, desde que la iglesia es iglesia, cada vez lo embrolla todo más y se sitúa en el hazmerreír de cualquiera que aspire a la altura del alfabetismo y del sentido común. Ojo, y este asunto ha sido guía de todo el Occidente durante milenios; entre otras cosas porque al que se salía del redil lo mandaban a la hoguera para que diera calor. Cada vez que aspiran a dar sedimento a una supuesta verdad o a un dogma no hacen otra cosa que echarlo más por tierra. Y, como no se apean de ninguno sino que siguen añadiendo leña al fuego, pues cada vez tiene uno que taparse más la nariz.
Todo lo que no sea intentar resaltar la importancia de la espiritualidad en el ser humano y encauzar esa espiritualidad en la justicia y en el amor positivo es andar a por uvas en el mes de enero. ¿No les parece poco eso? ¿Por qué no se vuelven un poco más humildes y reconocen la imposibilidad de hacer ciertas los demás elementos?
Ahondar en el asunto de la llamada Trinidad te sitúa en la imposibilidad de las imposibilidades. Asegurar la virginidad de una virgen María es como reírse de esa muchacha delante de todo el mundo. Pregonar su concepción sin mácula es colocar al resto de mujeres de la Historia en los paseos de la Casa de Campo o de la calle de la Montera. La propia historicidad de Cristo es dudosa. La presentación de la religión (de todas ellas) es mistérica y parece que juega con los fieles al ratón y al gato exigiéndoles siempre el acojono si quieren alcanzar la salvación. ¿Pero qué han hecho los pobrecitos? ¿Es que alguien se puede imaginar que existe alguna persona que no quiera salvarse y alcanzar vida eterna? ¿Es que el poder infinito de Dios necesita jugar con los seres humanos a alguna película de buenos y malos? ¿Pero cómo un Dios de amor -es imposible concebirlo de otra manera- puede permitir ese juego de jueces y ladrones? ¿Acaso es que este asunto de la creación se le escapó de las manos en algún momento? ¿Pero cómo puede concebirse nada malo si todo tiende hacia Él, si todo, en buena lógica, ha sido siempre Él?
Salvo, claro, que sea un invento del ser humano, que lo ha creado a su imagen y deseo y acaso, por eso, nos ha salido con tantas aristas y deficiencias y al servicio de quien nos ha salido.
En fin, que me desvié hacia cosas serias desde el ridículo de la mula y del buey del señor este de la bata blanca, dicen que gran teólogo del s. XX. Qué barbaridad.
Eso sí, no le voy a perdonar que, si mi nieta quiere poner un belén esta Navidad, tenga recelos encolocar un buey y una mula, y en llevarlos y traerlos una y otra vez hasta donde yo estoy contemplándola como si viera el paraíso. No se lo voy a perdonar.
Es verdad que el libro habla también de otros asuntos, pero son por el estilo.
Por compartir respuestas, copio aquí alguna de las que dan los ingeniosos lectores a tan “extraordinaria” noticia:
-          ¿Y ahora qué hago con las figuritas del belén? Ah, no, dile que se las meta por donde le quepan.
-          Hay que ver el juego que da esta gente del Vaticano. Bueno, si con esto mantienen la bragueta cerrada…, démoslo por bueno.
-          ¡Benito, cómo están las cabessssssssssssssasss! Buenas tardes a los normales.
-          El papa se equivoca, yo estaba allí durante el nacimiento y estaban la mula y el buey.
-          Ya, pero, ¿había caganet? ¿eh?
-          Asombrado. Tú fíjate si ahora nos dicen también que el affaire de la virgen no fue con la paloma, sino el con la mula.
-          ¿Estaría asegurado a todo riesgo no? Porque creo que de la seguridad del garaje se encargaba Ana Botella.
-          Estas imprescindibles aclaraciones papales forman parte de la modernización de la iglesia católica. La verdad es que tampoco era un pesebre, sino un garaje y no había mula ni buey, sino un citröen saxo y un seat panda (la mula y el buey habían sido despedidos hace tiempo mediante un ERE aplicado por Pilatos). Próximamente ya nos aclararán lo del embarazo de la virgen por una paloma, que según parece ocurrió durante un botellón no autorizado y del que nadie se hizo responsable después.
  
Hay algunos comentarios al respecto muy buenos, vamos para descojonarse. Y es que con estos brujos filosofando sobre sus los cuentos que llevan repitiendo años y años hay material para varios miles de chistes. Si no fuera por lo caro que nos cuesta...
Hombre, ya puestos os voy a destapar la cruda realidad de que lo Reyes Magos no existen, Santa Klaus tampoco y los niños ni los trae la cigüeña ni aparecen bajo un repollo. Lo siento, pero tenía que desvelarlo y cambiar vuestro mundo. Espero que podáis superarlo. (pfff ja ja ja)
-          Muy bien dicho. ¿Un buey y una mula juntos? ¡Ni hablar!, Los mulos con las mulas y lo bueyes con las bueyas, siempre que estén casados y lo hagan exclusivamente para procrear.
-          La industria de los belenes va a demandar a Ratzinger...¡ A ver qué hacemos con las mulas y bueyes que íbamos a vender en navidad!

Y en este plan miles y miles de respuestas ingeniosas. No es para menos. Esto yo creo que supera aquello del traspaso en porciones del alma, aquello que tanto le preocupaba a una tal Mariló Montero.

lunes, 19 de noviembre de 2012

SOÑAR EN EL SILENCIO


SOÑAR EN EL SILENCIO

Era una desnudez en luz purísima
la de la tarde aquella en que mi espíritu,
azul  y sorprendido entre las sombras,
descendió hasta la cuna de la hierba,
cuna en ternura del mirar del cielo.

Allí se hizo vacío el dulce son
del agua cadenciosa de la fuente
y allí la voz de amor se hizo silencio,
la música callada fue callada
en un afinamiento misterioso.

El silencio brotó para que hablara
la esencia de la esencia de las cosas.
Y todo fue más denso y fue más sueño
para soñar soñando en despertarse
en otra voz más limpia y más gozosa,
en otro despertar más silencioso.

sábado, 17 de noviembre de 2012

"Hi boy. You are alone? What´s your name?"

Ayer tuve lectura poética compartida con Felipe Comendador en Bizarte. Al final del recital una asistente expresó en público su satisfacción por lo que había oído pero también la necesidad que sentía de que todos nos fuéramos a tomar unos vinos juntos para cambiar el tono de amargura y de tristeza que había observado en muchos de nuestros versos.
Esta mañana me he echado otra vez al campo y me he anegado de densidad de otoño, entre brumas y lluvia, sobre caminos y senderos mullidos por las hojas y entre los ocres más intensos que imaginarse pueda. Una generosa parada, que no quiero detallar por no dar envidia, para reponer  fuerzas -acaso incluso en el nivel de la gula- me ha prestado un nivel de satisfacción muy positivo.
Por la tarde, sentado cómodamente en mi sillón, el azar me ha deparado la satisfacción de poder ver de nuevo una película que me parece absolutamente modélica y que cabe en cualquier antología del cine, por muy rigurosa que esta sea. Se trata de “La vida es bella”, esa metáfora maravillosa de la vida, presentada en forma de comedia pero que esconde una tragedia casi infinita, resuelta siempre desde el optimismo y desde el amor. Cada vez que veo esta película río y lloro a partes iguales, y lo hago con una intensidad muy concentrada.
Para dar fondo al día, la tarde se ha puesto lluviosa, con una lluvia tierna y cadenciosa, que nos ha puesto una otoñada por estas sierras como para perderse en ellas y procurar no encontrarse.
Son tres o cuatro modos de presentar la vida que apuntan hacia la interpretación según diversos tonos de la misma.
Y me pregunto ahora qué merece la pena, si presentar tan solo la parte más amable de lo que vivimos o enseñar las aristas más cortantes de esa vida. Así, a primera vista, la solución es fácil. Viva la risa fácil y el caminar sencillo.
Sospecho, sin embargo, que no es así de obvio. Las imágenes duras nos animan a cambiar lo presente por un futuro nuevo y diferente, nos empujan a despertar del sueño placentero, a superar lo malo del momento. Y después…, después la mente se hace más fuerte y más segura, está mejor dispuesta para ascender un paso y un peldaño, la voluntad se aviva y acaso se espabila la modorra. El cuento más sencillo y palaciego tal vez nos aletarga si no sabemos ver en sus imágenes segundas intenciones, si solo nos quedamos en el nivel escaso y primerizo de la descripción.
No sé cuál puede ser el justo medio, la fórmula secreta que nos permita andar dando esquinazo al mundo y sus miserias pero sabiendo que nos estamos engañando. Y el engaño, por cierto, no puede durar siempre. Ni siquiera en la forma de película pues en “La vida es bella” alguna vez el niño con su madre han de reconocer que se ha quedado el padre en el intento, y que el cuento es el cuento hasta que nos despertamos o nos despiertan del sueño. Por más que en el final del recorrido, el soldado aliado rompiera su silencio ante aquel niño: “Hi boy. You are alone? What´s your name?” y pareciera que el sueño del cuento del cañón se había cumplido.
Vamos a hacer un canto por la vida, eso seguro. No sé si es el mejor el de olvidar por siempre que hay aspectos que aguardan sin excusa una mejora.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

ORACIÓN PARA REZAR A SOLAS

ORACIÓN PARA REZAR A SOLAS
“Cuando queráis rezar…Lucas 11, 1-4”

Estoy hecho de amor y no consigo
poderte llamar Padre.
Cuando a un padre
le suena la llamada de su hijo,
acude presto a consolar su queja,
a mostrar amoroso su presencia.
A veces el consuelo se hace duda,
negación del deseo de ese hijo,
pero hay siempre palabras de esperanza,
de justificación por lo acordado:
durante el fiel trascurso de los años
ha sabido engendrar en su conciencia
el impulso vital
que empuja hacia el amor de las dos partes.

Y Tú eres Padre nuestro, de nosotros,
en un plural abierto e infinito.
¿Dónde el regalo hermoso de tu nombre,
de tu presencia en gracia?
¿Y tu mirada
para mirarnos siempre como padre
de toda la familia de tus hijos?

¿Nos creaste así, Padre, para vernos
en camino sin término en tu busca?
¿Acaso es que nosotros,
tus hijos indefensos , te buscamos
haciéndote y creándote,
en ansioso milagro cotidiano,
por si acaso te muestras compasivo,
y, en lo imposible de negarnos eso,
nos creas Tú a nosotros y te escondes
hasta que, en un recodo del camino,
te descubramos sin saber la causa?

¿Nos soñaste, Señor, para salvarnos?
¿De qué quieres salvarnos, del pecado?
¿De qué pecado, si mi pobre mente
nunca supo del árbol ni quiso la serpiente?
¿Cómo puedo entender que en tu conciencia
cupiera la señal de mis miserias?
¿No ves que son las tuyas?, ¿que mis riquezas
son las tuyas también y mis penurias
no caben en lo eterno de tu gloria?

Necesito tener noticias tuyas,
señales del valor de tu existencia.
Mira que, si es trabajo que me ocupe
crearte y darte vida,
he de ser en verdad muy exigente.
Solo te quiero amor,
presencia a cuerpo entero,
fin de toda sospecha, cumplimiento
de todos los anhelos que me habitan,
una señal al menos
que rompa para siempre las sospechas
de todos los misterios.
Eso tan solo, Padre, solo eso.

Después todo será ya dulce sueño
pues moriré en tu seno
y la muerte será el mejor preludio
de nuestro último y más feliz encuentro.

lunes, 12 de noviembre de 2012

EL HERMOSO TRIBUTO DEL SILENCIO

EL HERMOSO TRIBUTO DEL SILENCIO
Te vi venir como regalo envuelto
en caja de metal hecha de plata,
luciente y silenciosa, como el canto
que espera desnudarse del silencio,
y pensé si mi voz y mi palabra
no estropearían el halo y el misterio
de aquel momento lúcido.

Me refugié en mí mismo con el miedo
de quien se siente mudo de repente
y desconoce incluso el balbuceo
de la más académica palabra.

Quise dormirme entonces en los ecos
de tus susurros dulces. No sabía
que aquello era en ti misma la costumbre,
el hábito, el uso rutinario
de tu pasar sin ruido por la vida.

Entonces comprendí que mi silencio
era el tributo exacto, la derrama
para la puesta a punto de los bienes
en que fraguar con fe mis ilusiones.

Y aprendí a conocer y a ser más sabio,
a tachar de la historia muchas cosas
y a perecer en ti como hace el tiempo
sumergiéndose en brazos del olvido.

sábado, 10 de noviembre de 2012

"...PIENSA EL SENTIMIENTO"


Repaso estos días la poesía de Unamuno. A pesar de que creo haber leído muchos cientos de páginas salidas de su mente y de su egotismo, no había leído su obra poética completa: solo lo había hecho en forma de antología. Así es la vida y esa es la verdad.
Lo he hecho tal vez en orden invertido pues he comenzado por la obra más larga y a la vez postrera: “El Cancionero”. Es esta una obra en la que el autor va desgranando, en chispazos de conciencia y de vitalidad, su pensamiento y sus recuerdos. A mí, como el resto de la obra de Unamuno -tal vez de forma más visible aquí- me parece este un libro muy desigual; tan excelso en algunos de sus poemas como desechable en otros. También es la obra que hay que mirar, seguramente, con visión más panorámica, pues es el libro en conjunto el que adquiere un valor mayor, mucho más que cada una de sus partes.
Me da la impresión de que, durante unos años, el autor no quería que se fuera del papel ni la respiración. Por eso, son escasos los días que falta a la cita con la creación y, en muchas fechas, acumula varios poemas.
Casi siempre son poemas breves, que alcanzan el nivel de la poesía epigramática. La forma, en estrofas, en léxico y en imágenes, es también de tono popular querido y buscado. Las obsesiones temáticas, como no podían ser de otra manera, son las de siempre en su obra. Así, la muerte, la vida como sueño, el paisaje y su alma, la religiosidad y, para este período último de su Cancionero, una fe casi tradicionalista y acendradamente popular también.
En fin, genio y figura al por menor en sus poemas y al por mayor en su espíritu y en su sinceridad y egotismo. Sigue siendo uno de los autores que más pistas me sugiere, De hecho, siempre que leo un texto suyo, apunto en mis papeles numerosas notas, que luego me sirven para mis pensamientos.
Si me oyera y no se enfadara, le diría que, en este palo poético, me quedo con esa hondura serena de don Antonio Machado: me conquista con más fuerza, aunque con la misma curiosidad.
Como en la obra hay más de mil seiscientas composiciones, me apunto una lista con los números de aquellas que más me evocan (Editorial Alianza Tres): 121, 141, 143,173, 186,200, 212, 228, 258, 267, 270, 271b, 294, 297, 302, 309, 340, 344, 377, 396, 404, 407, 419, 451, 493, 505, 510, 529, 587, 603, 607, 662, 686, 692, 754, 779, 796, 828, 829, 901, 926, 1007, 1014, 1302, 1304, 1410, 1459, 1463, 1556, 1599, 1616, 1627.
Y la de aquellas composiciones que tienen que ver más directamente con Béjar, los alrededores, o con su visión de la naturaleza: 243, 408, 431, 467, 636, 655, 805, 952, 1138, 1454, 1493, 1501, 1527, 1529, 1531, 1532, 1541, 1611.
Tan solo tres días antes de su muerte, escribía este su último poema del Cancionero:
“Morir soñando, sí, mas si se sueña
Morir, la muerte es sueño; una ventana
Hacia el vacío; no soñar; nirvana;
Del tiempo al fin la eternidad se adueña.

Vivir el día de hoy bajo la enseña
del ayer deshaciéndose en mañana;
vivir encadenado a la desgana
es acaso vivir? Y esto qué enseña?

¿Soñar la muerte no es matar el sueño?
¿Vivir el sueño no es matar la vida?
¿a qué romper en ello tanto empeño

aprender lo que al punto al fin se olvida
escudriñando el implacable ceño
-cielo desierto- del eterno Dueño?
                                                     28-día de inocentes- de diciembre, 1936

jueves, 8 de noviembre de 2012

"A LA LANCHA LA LUMBRE"


Otra vez el edén de la niñez. Esta vez me ha llegado en forma de libro mecanoescrito, como regalo de Jovita Oliva Oliva. Cómo me alegro y cuántas gracias le hoy por ello.
A Jovita yo la conocí en el estrecho espacio de mi pueblo, ella moza ya cuando yo era un niño muy niño. Yo me ausenté muy pronto y sé que ella permaneció  más tiempo en Valero. Después, no sé muy bien cuándo, se marchó a Salamanca. Allí vive.
Pero sé que ambos compartimos el amor por el pueblo que nos vio nacer, que lo ensalzamos en cuanto nos dan pie para ello, y a veces sin que nos lo den. Seguramente compartamos este cariño porque, al fin y al cabo, el ser humano no es más que tiempo y espacio; y el nuestro es el que es, lo hemos querido reconocer y lo hemos asumido como algo positivo. También la podíamos haber emprendido por el lado de la protesta y de la negatividad, pero seguro que nos hemos dado cuenta de que el resultado, y sobre todo el camino de esos sentimientos, no merecían la pena con el ánimo decaído.
A la lancha de la lumbre, los niños (en realidad se decía “chicos”  para distinguirlos de los “grandes”, que eran los de más edad) de mi pueblo se iban haciendo grandes, se iban estirando y se iban anegando de realidad de río y de monte, de cielo y de suelo, de familias y de vecinos, de cuadrillas y de juegos, de fiestas y de días de escuela, de alegrías y de tristezas. Como todos, seguramente, pero en un espacio y en un tiempo especiales, en el espacio y en el tiempo nuestros, de nuestro pueblo, de aquel lugar extraño y misterioso que a nosotros nos parecía el único mundo existente, limitado por los cerros y por el cielo que caían verticales sobre las estrechas calles del pueblo y sobre los huertos y los ríos, y con las laderas de encinas y de jaras como paños estéticos colgados en las paredes que flanqueaban los contornos.
A la lancha de la lumbre se desgranaban también los decires y las canciones, la mejores y las peores palabras, las consejas, los cuentos, las fábulas, las leyendas, los proverbios, los refranes,,,, y todo lo que ayudaba a matar el tiempo.
A la lancha de la lumbre cocía el puchero y ardía la leña mientras ahumaba los chorizos del sobrao, si es que los había. A la lancha de la lumbre se tejía buena parte de la vida del pueblo en sus ilusiones y en sus desilusiones.
Por eso Jovita ha querido recopilar una pequeña parte de todo lo que se “cocía” a la lancha de la lumbre, a la lancha de la lumbre de su cocina y de las demás cocinas. Y lo ha querido hacer en las letras de aquellas melodías que permanecen en su recuerdo como música de fondo del mundo de su niñez. Con ellas creció y en ellas se quiere quedar, porque con ellas evoca lo que ella fue y, en buena parte, lo que fuimos todos los demás en aquellos años. En ellos recoge alboradas, jotas, charradas, rondas, letras de cánticos religiosos, canciones que considera específicamente locales y hasta familiares. Todo un recuento que tiene como principal valor  el de haber servido de banda sonora a los habitantes de Valero en su época infantil y juvenil.
No todas las letras tienen el mismo valor, sobre todo porque bastantes no apuntan al espacio y al tiempo específicos de Valero sino que son letras populares que se conocían y que se cantaban en muchos otros sitios. No importa, es el conjunto el que suena, es la banda entera la que toca, es la orquesta la que da el concierto.
Y los intérpretes son todos los habitantes de Valero de aquellos años 50 y 60 que ya quedan tan atrás.
Los pueblos siguen y cambian. Es bueno que así sea. Pero hay elementos que se mantienen y que forman un hilo que no conviene romper, porque es el hilo y la soga a la que todos se agarran y en la que todos se reconocen. Si se rompe, después no es fácil saber cómo se recompone. Ahí está el valor real de este libro. Enhorabuena y gracias.
Copiaré aquí, como ejemplo, este
CRECE DE VALERO:
“Crece, pampanito, crece
por cima de este tejado.
Así crezca la nobleza
de los dos recién casados.

El novio le da a la novia
un anillo de oro fino,
y ella le da su firmeza
que vale más que el anillo.

¡Quién tuviera una aceituna,
aunque fuera cordobesa,
para darle a la madrina
que está sentada a la mesa!

Ya recogen los cuchillos,
ya redoblan los manteles,
ya habrán cenado, señores.
¡Buen provecho le haga a ustedes!

Ábrenos la puerta, novio,
si nos la quieres abrir,
que vienen los tus amigos
a despedirse de ti.”